Bar Trinchera, además del proyecto más personal de Arturo Salvetti, es una de las últimas novedades en una calle convertida en avenida de la buena gastronomía.
Su nombre es ya una declaración de intenciones en toda regla. Su interiorismo y su imagen, no le van a la zaga. De la unión de profesionales como Héctor Merienda y Carlos Pinazo, del estudio PontdeFusta, el local recuerda a las viejas barras de bar.
Mármol, hierro galvanizado, azulejo, aluminio… para atrincherarse detrás de la barra como si no hubiera un mañana.